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miércoles, 26 de junio de 2013



JENNIFER URGILÉS
LA MANCHA

El derrame de petróleo causado por Deepwater Horizon, una plataforma petrolífera            semisumergible de posicionamiento dinámico de aguas ultra-profundas construida en el año 2001 y situada en el golfo de México provocó el más importante vertido de petróleo de la historia, estimado en 779 000 toneladas de crudo.
El propósito de la torre Deepwater Horizon era perforar pozos petrolíferos en el subsuelo marino, trasladándose de un lugar a otro conforme se requiriera. Una vez que se terminaba de perforar, la extracción era realizada por otro equipo. En septiembre de 2009 perforó el pozo petrolero más profundo de la historia.
La torre estaba en la fase final de la perforación de un pozo, en la cual se refuerza con hormigón. Este es un proceso delicado ya que existe la posibilidad de que los fluidos del pozo sean liberados descontroladamente. El 20 de abril de 2010 una explosión tuvo lugar en la torre, provocando un incendio. Algunas informaciones aseguraron que, tras la explosión y el incendio, once personas estaban desaparecidas. Siete trabajadores fueron llevados vía aérea a la estación aérea naval en Nueva Orleans y desde allí fueron trasladados al hospital. Varios barcos de apoyo lanzaron agua a la torre en un infructuoso intento de extinguir las llamas. Deepwater Horizon se hundió el 22 de abril de 2010, a una profundidad aproximada de 1.500 metros, sus restos se encontraron en el lecho marino desplazados aproximadamente 400 metros al noroeste del lugar donde se ubicaba el pozo.
Las cifras del derrame son dispares, dependiendo de las fuentes estarían entre las 680 y las 11.600 toneladas diarias (1 barril de crudo estadounidense tiene 158,987 litros y su peso está entre los 119 y 151 kg). Desde el inicio del derrame hasta el 15 de junio de 2010 (55 días) las cifras del derrame acumuladas alcanzarían los 228.000 toneladas. Si la fuga continúa con cifras tan negativas -alrededor de 60.000 barriles diarios (más de 9,5 millones de litros diarios) podría convertirse en uno de los mayores derrames de petróleo siendo el 15 de junio de 2010 al menos seis veces superior al del Exxon Valdez.
El incontrolado derrame de petróleo -mezclado con una pequeña parte de metano-, provocado por la dificultad de sellar varias fugas en las tuberías del fondo marino, amenazó el hábitat de cientos de especies marinas y de aves.
Debido a la posición de la plataforma en el golfo de México, compartido por Estados Unidos, Cuba y el propio México, el daño se prolongó por una zona extremadamente amplia. Las primeras afectaciones ocasionadas por el derrame se localizaron en las marismas de la desembocadura y el delta del Misisipi, con la aparición de tortugas, delfines y varias especies de aves marinas muertas o atontadas. Los perjuicios al negocio de la pesca y el camarón en el área de Luisiana se estimaron en cifras millonarias. Los frágiles ecosistemas de pantanos, con una variada población animal y vegetal se vieron perjudicados, especies como el manatí, fueron las más afectadas.
La naturaleza busca su propio equilibrio, y cada día se le hace más difícil encontrarlo. La velocidad con la que la hemos destruido es muy alta. Por eso, los desastres cada vez son peores. Pero lo más triste es que no creo que esto tenga solución, por más cumbres que se realicen en el mundo para disminuir los agentes contaminantes.Cuando el ser humano esté dispuesto a recapacitar (y estamos incluidos todos), ya será demasiado tarde.

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